Las viviendas turísticas y su innecesaria politización

Las viviendas turísticas y su innecesaria politización

Las viviendas turísticas se han convertido, muy a su pesar, en una actividad politizada.Desde hace años no se recuerda ninguna otra actividad legal que haya recibido tanta atención de los políticos de cualquier tendencia.

Resulta cuando menos sorprendente que se dedique tanta atención a una actividad que se ha popularizado apenas en los últimos años, acusándola injustamente de todo tipo de males que, siempre según sus críticos, pone en peligro la convivencia de los vecinos de barrios céntricos de las ciudades más turísticas del mundo.

Si se analiza bien, los extremos se tocan, ya que los críticos más acérrimos se encuentran escorados a la izquierda en el espectro político, pero los beneficiarios de toda esta animadversión gratuita en contra de las viviendas de uso turístico son fondos de inversión extranjeros y algunos empresarios multimillonarios que están entre las listas de los más ricos en España y el mundo.

Además, si se analizan los discursos que se dan en todo el mundo todos son muy parecidos, ya que se acusa de gentrificación, de ruidos, fiestas y escándalos, así como de ser ilegales.

Sin embargo, se pasa por encima de la cantidad de pisos vacíos que superan por mucho los dedicados a la vivienda turística, de la dificultad que es echar a gente que deja de pagar el alquiler o a okupas, o a que gracias a la actividad en estos pisos se ha dinamizado a zonas antes degradadas. 

Tampoco se tiene en cuenta que son realmente pocos las denuncias que tienen registradas las autoridades y que la mayoría de los viajes son de familias o de trabajo, quienes se pueden permitir unas vacaciones más cómodas o estancias que les permitan desarrollar su actividad sin los gastos que antes tenían que asumir en hoteles.

Ni siquiera se menciona que el incremento en el precio de los alquileres se debe a múltiples factores: aumento de la población en los núcleos urbanos por migraciones internas y externas, falta de construcción de vivienda nueva, cambios en los hábitos de vida de la gente que cada vez opta más por el alquiler (por voluntad propia u obligado por las circunstancias) o que gracias a la recuperación de la economía haya gente que quiera independizarse (tanto personas solas como familias que antes vivían con sus padres o compartían vivienda).

Desde las diferencias asociaciones de dueños y gestores de viviendas turísticas se está intentando defender una actividad como cualquier otra, pero lo que está claro es que hay un encono fabricado e interesado en contra de éstas.

Esperemos que se pueda tener seguridad jurídica para la realización legal de esta actividad, sin que haya cambios cada dos por tres ni obstáculos imposibles de cumplir por parte de los dueños o gestores de las viviendas de uso turístico.