La Semana Santa está a la vuelta de la esquina y si aún no tienes reservas, te damos algunas recomendaciones para aprovechar esta semana del año.
No reduzcas precios o incluso auméntalos un poco: Hay personas a las que les puede la avaricia y aumentan mucho sus precios en las temporadas altas. Esto es lícito, porque se trata de un tema de oferta y demanda, pero hay que saber que ante un aumento del precio las expectativas de los huéspedes también aumentará.
Esto es un arma de doble filo, porque se piensa que un mayor precio por el mismo producto atraerá al mismo perfil de gente. No es así. Al final, un mayor precio será asumido por un huésped con mayores recursos, pero también de mayores demandas. Si se quiere aumentar el precio a ciertos niveles, si la expectativa no se corresponde, lo normal es que el huésped lo eche en falta y puede que hasta penalice el alojamiento. Coloquialmente, esto puede ser pan para hoy y hambre para mañana. Lo mejor es aumentar el precio a un nivel moderado a la realidad de la vivienda turística.
Busca alianzas con operadores complementarios: La semana santa genera una afluencia de gente para poder ofrecer información sobre actividades alternativas y obtener algún beneficio de ello, tanto a nivel de satisfacción del cliente, incluso en el ámbito económico.
Hay que tener cuidado en que esto se entienda equivocadamente. no se pueden ofrecer servicios que presta un hotel, sin que esto pueda generar un problema posterior.
Lo que sí es posible hacer es indicar a los huéspedes:
- Restaurantes
- Tours
- Sitios
- Transporte
Al sólo tratarse de recomendación, tus huéspedes te lo agradecerán incluso con una buena review.
Hay empresas que pueden incluso ofrecerte comisiones si les consigues clientes.
Aprovechar esta Semana Santa es una alternativa viable que te pueden dejar enseñanzas que duren todo el año.